Reseña: L-POP
El K-pop, la música coreana está de moda y no parece menguar. Con grupos como Aespa, BTS o Stray Kids, ha sabido posicionarse desde hace unos años como un género llamativo para todo el público. Por esta razón el claro el porqué series como esta nacieron para intentar monetizar el género y atraer público.
Me gusta Corea
Andrea se considera una fan del K-pop, la número 1. Una fantasía que, claro, muchos pueden tener. Es tanta su obsesión que sabe muchos datos técnicos y es de esos fans que gustan de corregir a la gente y se ofender de que no reconozcamos quien es quien en los grupos. Andrea es parte de un grupo que recrea los bailes de los videos. Básicamente hacen cover de esos bailes.
Al mismo tiempo debe de manejar su vida personal: Su familia y por alguna razón, sus padres que quieren verla como dentista. Andrea tiene la "pesada presión" de ser la próxima dentista de la familia, claro respaldada por los padres. Pero su amor y pasión por el K-pop y Corea la distraen del objetivo de ser profesional de la salud.
Cuando llega la oportunidad de su vida, Andrea decide dejar todo para alimentar su única pasión. Y es que se está realizando un concurso de baile el cual, el ganador podrá ganarse un viaje a Corea. Pero entre el trabajo que tiene en una cafetería coreana, la escuela y la familia, Andrea es expulsada del grupo. Decidida, Andrea logrará juntar un grupo de baile nuevo para poder participar en el concurso y ganar ese ansiado viaje.
¿Buena idea? Pero mal ejecutada
La serie de L-pop estrenada en 2023 en Disney+ cuenta únicamente con 6 episodios de 30 minutos cada uno. Me parece que fue grabada en la colonia Condesa o la Roma en la Ciudad de México por lo que claro, se puede considerar como algo ¿Clasista? ya que todos son niños de papi con dinero que pueden hacer lo que les plazca sin pensar en el futuro lejano.
Andrea, como personaje siento que es de esos protagonistas con potencial desperdiciado. Sus problemas con la carrera de dentista y la presión de sus padres por ser profesional aunque nos lo tratan de vender como un problema, se sintieron bastante superficiales. Es decir, están ahí, pero nada más. No hay consecuencias a largo plazo de lo que pudo pasar con las decisiones tomadas por el personaje.
Es cierto que la serie es más para un público pre adolescente que se enfoca más en la música y en las coreografías, pero se nota el bajo presupuesto que tiene la serie ya que alguien debió de componer las canciones que se supone hacen alusión al K-pop. No hay canciones reconocibles dentro de la serie, algo que se esperaría.
La serie raya en lo mala a mediocre y nada lo salva. Las actuaciones no son malas, pero solo son eso, actuaciones aceptables. Los personajes son tan planos, tan aburridos que difícilmente los actores darán algo diferente a lo básico. Es más, se supone que hay una tensión romántica entre Andrea y el dueño del restaurante donde trabaja, pero a la mala te lo tragas, es muy poco creíble.