Había una vez

En el reino mágico de Andalasia vivía una princesa, llamada Giselle, que soñaba con encontrar a su príncipe azul. Ella, efectivamente lo encuentra tras el ataque de un ogro y ambos deciden contraer matrimonio al siguiente día. Pero la reina, que resulta ser la madre del príncipe Edward manda a Giselle a Nueva York. Después de varias desventuras, Giselle se encontrá con Robert, un abogado que tiene sus propios problemas. Pero ambos lograrán resolver sus respectivas vidas personales y, al darse cuenta que están enamorados, Giselle decidirá quedarse en  Nueva York viviendo con Robert y su pequeña hija Morgan.

¿Felices para siempre?

Desencantada nos explica que si hay algo, una historia después del felices para siempre. El lapso del tiempo cambia todo. Morgan creció y ahora es una adolescente resentida queriendo vivir una vida independiente y a su estilo. Ahora, la familia también creció y Morgan ahora es una hermana mayor, la pequeña Sofía ahora es parte de la familia. 

Giselle sabe que su vida no era como en Andalasia y aún le da nostalgia esa vida de cuento de hadas, por lo que decide mudarse, junto con su familia a Monroville, un pueblito encantador donde ninguno de los tres empieza con el pie derecho. Robert debe viajar en tren al trabajo: la relación de Giselle y Morgan no va bien ya que Morgan desea independencia y desea regresar a Nueva York y Giselle desee ayudarle a su hija a poder adaptarse, lo que único que logra es que haya una discusión donde Morgan llama a Giselle madrastra, lo que la ofende pues en los cuentos son las villanas.

Al mismo tiempo Edward y Nancy llegan a visitar a la familia por medio de un pozo. Ellos le regalan a Giselle una varita mágtica que puede conceder deseos. Cuando todo va mal, Giselle utilizará esta varita para arreglar la vida de todos, pero este deseo tiene consecuencias que tendrá arreglar antes de que sean permanentes.

Opinión

Adaptación mexicana

El director mexicano Julio Bracho trajo una adaptación del libro italiano de Edmundo de Amicis, corazón, diario de un niño. Una adaptación que está adaptada a usos y costumbres del México de esa época. Estrenada en 1963 y en 87 minutos vamos a ver como un maestro empieza a enseñar en una escuela rural para varones en el campo. Este es una excusa para empezar a concer varios de los estudiantes de la escuela. Una primaria donde ellos están en el sexto grado, el último antes de pasar a secundaria. 

Podremos ver varios niños trasviersos que gustan de ser crueles con animales, un hijo de un herrero que, de manera secreta y de noche le ayuda a su padre; esto hace que se distraiga de la escuela y sus calificaciones bajen. finalmente conocemos a un estudiante que cree que su padre trabaja en otra ciudad, pero el niño aún no sabe la terrible verdad de su padre. 

Cuentos a la mexicana

El libro de Amicis cuenta con cuentos que nos da una lección. Uno de los más populares es el llamado "de los apeninos a los Andes. Donde un niño, Marco viaja desde Italia a Argentina para buscar a su madre. En esta película da una gran adaptación este cuento siendo que uno de los niños debe de viajar a la capital mexicana.

Este pequeño, aunque de manera más rápida, encuentra a su madre hospitalizada por un incendio. Siendo una emptiva historia adaptada de manera excelente nos da varias moralejas, siendo la amabilidad uno de ellos.

Puedo decir que,  la época dorada del cine mexicano se la llama así por una razón. Las películas estaban mejor escritas y se cuidaba más los detalles técnicos como la actuación, guion y fotografía. Y no tiene comparación con el actual cine que nos da películas horribles.

La ventaja de la época actual con internet es que podemos ver este tipo de películas gracias al internet. Y sin importar la época, podemos elegir que ver y que evitar. Pero esta película no es para evitar.